El proceso lógico de relación entre un represéntamen de carácter visual y un signo conceptual más acabado, mas especifico y menos general se asienta en una serie de problemáticas que abordan aspectos variados de la visualidad.
La visión como acto humano se define como el sentido que nos dice que hay y donde en el espacio que nos rodea. Barlow, 1994
En el fenómeno de la visión humana, los rasgos unificadores indican relaciones dentro de las imagines y a partir de esas relaciones se procede a establecer la base de las conexiones lógicas derivadas del acto de ver. Lo anterior es posible, según Barlow, gracias al trabajo de la mente al realizar nexos que establecen la relación entre imagen y conocimiento y permite acceder a grados cada vez más complejos de entendimiento.
La conjunción de una serie de fases (acumulación, creación de modelos y reconstrucción) hace posible acceder a la comprensión. El resultado final dependerá de la detención de las relaciones entre las partes de la imagen y entre la imagen y el entorno.
La visualidad puede ser entendida por consiguiente como la extensión de la capacidad de ver, más en el sentido de mirar, de focalizar y ordenar, a manera de relación diversos componentes de un significado.
Si la percepción humana no obedece a un único sentido y los sentidos actúan en complementación para la creación de las imágenes mentales, entonces la visualidad es una construcción artificial para dotar de significado las representaciones visuales. Su fuerza radica en la capacidad de brindar a la representación visual un significado codificado y una función comunicativa, incluso específica y especializada.
La principal característica de la oferta visual radica en el flujo continuo de imágenes, representadas de manera denominada multimodal, que no se restringe a las adecuaciones de un solo formato, si no a la adecuación misma de su forma material a distintos tipos de soporte.
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